El cantante de Metallica muestra su lado más sensible y se sensibiliza ante su público. Sus compañeros de banda lo abrazaron.
La post pandemia es un momento de inflexión que nos golpea a todos por igual, la diferencia es que algunos pueden expresarlo y otros lo guardan en secreto. Los hombres también lloran.
Durante el cierre de la gira sudamericana de Metallica, James Hetfield, luego «One» y antes de demoler el Estádio do Mineirão de Belo Horizonte en Brasil con «Sad But True» expuso su lado más humano abiertamente ante su público.
James les contó a todos entre lágrimas que casi no sale de gira porque no creía en él y sentía que iba a fallar por una mala jugada que le hizo su propia mente.
Tengo que decirte que no me sentía muy bien antes de venir aquí, me sentía un poco inseguro por creer que ya estoy viejo. Después me di cuenta que es una mi*erda que da vueltas por mi cabeza.
James Hetfield durante el recital en el Estádio do Mineirão de Belo Horizonte
También confesó que lo habló con sus compañeros de banda y que ellos lo acompañaron diciendo: «Estás luchando contra el escenario, te entendemos y estamos aquí para acompañarte».
Luego de que Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo abandonaran sus respectivos lugares en el escenario se unieron a Hetfield en un abrazo grupal que quedará en la historia porque demuestra el compañerismo y la hermandad que practica una de las bandas más importantes del rock a nivel mundial. Quedó demostrado que Metallica trabaja como un verdadero equipo, en las buenas y en las malas.
Ese abrazo grupal es un gran ejemplo para todas aquellas personas que callan cuando se sienten mal, James tuvo el valor de compartirlo con la multitud y de esa manera expulsó lo que lo tenía atado a un absurdo prejuicio creado por su mente, pero que en realidad solo se trataba de un propio miedo a vencer. Y lo hizo. Broche de oro para una gira inolvidable, que se repita.
